Sentarse con tus emociones es al mismo tiempo un desafío y una profunda recompensa.
Se trata menos de hacer y más de estar presente contigo mismo, una habilidad que requiere práctica.
Esta práctica te invita a estar presente con todo lo que surge en tu interior, sin juicios ni resistencia. Aunque su concepto es simple, posee un poder transformador.
Por qué esto es importante:
Tus emociones actúan como una brújula interior, guiándote para comprender tus necesidades, valores y deseos. Reprimir o ignorar las emociones crea desconexión, pero aceptarlas fomenta la autoconciencia y la resiliencia emocional, empoderándote para crear la vida que realmente deseas.
Este es un paso esencial para alinearse con su verdadero yo.
Qué evitar al enfrentar tus emociones
Al sentarse con sus emociones, evite estos errores comunes:
Reaccionando inmediatamente.
Crea una pausa entre sentir y responder.
Haz una pausa, observa y deja espacio para que surja la claridad.
Etiquetar las emociones como buenas o malas.
Las emociones no son ni buenas ni malas, simplemente... son.
Juzgarlos impide comprender su mensaje.
Alejando los sentimientos.
Reprimir las emociones sólo retrasa su resolución.
Afrontarlos con valentía es esencial para crecer.
Creer en los sentimientos significa debilidad.
Las emociones son una fuente de fuerza y autenticidad.
Experimentarlos y expresarlos es un acto de valentía.
Confundir sentimientos con hechos.
Las emociones son experiencias subjetivas, no verdades objetivas.
Sólo porque tú sentir indigno no significa que seas son indigno de.
Suponiendo que siempre te sentirás así.
Recuerda, las emociones son pasajeras. Pasarán.
Cómo aceptar tus emociones
En lugar de resistirse, adopte estas prácticas:
Reconocer y observar.
Nombra la emoción que estás sintiendo.
Por ejemplo, si te sientes ansioso, reconócelo sin identificarte con ello.
Diga “Me siento ansioso” en lugar de “Estoy ansioso”.
Tú no eres tu ansiedad; eres el observador de ella.
Mantente presente con la sensación.
Las emociones a menudo se manifiestan en el cuerpo como sensaciones físicas.
¿Donde lo sientes?
¿Es una opresión en el pecho o un nudo en el estómago?
Aborda estas sensaciones con curiosidad, no con juicio.
Trate las emociones como maestras.
Cada emoción transmite un mensaje, que a menudo revela necesidades o deseos no satisfechos.
En lugar de resistir, pregunta, "¿Qué intenta mostrarme esto?"
Las emociones te ayudan a comprenderte mejor a ti mismo.
Practica la autocompasión.
Sé amable contigo mismo.
Recuérdate:
“No soy mi emoción; soy mucho más que este sentimiento”.
Déjalo pasar.
Las emociones son como olas: suben, alcanzan su punto máximo y finalmente retroceden.
Confía en el proceso, sabiendo que la intensidad disminuirá.
El poder de la conciencia emocional
Al conectar con tus emociones, liberas su dominio sobre ti. Esta práctica fomenta una conexión más profunda con tu verdadero ser.
Notarás patrones, comprenderás tus desencadenantes y comenzarás a tomar decisiones alineadas con quién eres realmente.
Al aceptar tus emociones en lugar de evitarlas, cultivarás paz interior y claridad. Desde esta autenticidad, podrás crear una vida verdaderamente plena.
Permítete aceptar tus emociones y sus mensajes. Confía en que son temporales. Como dice un sabio refrán:
“Una emoción es simplemente energía que pasa”.
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Judith es una experimentada Coach Psicológica y Maestra de Reiki, dedicada a ayudar a las personas a alcanzar la autoconciencia, la confianza y la paz interior. Combinando la psicología occidental con la filosofía oriental, ofrece un enfoque holístico que integra mente, cuerpo y espíritu. Judith ofrece un espacio de apoyo para la transformación personal, guiando a sus clientes a reconectar con su verdadero yo y a construir una carrera y una vida plenas y con propósito.
Imagen destacada: Foto de Darío Bashar